lunes, 21 de marzo de 2016

La ciudad del amor, explicada.


No hace mucho, mi mujer y yo nos embarcamos en un fin de semana en París. Le hacía una ilusión bárbara, ya que nunca había estado. París, la ciudad del amor... Cuando a la gente le mencionas París, piensa en arte, en mágicos paisajes, en romanticismo sin límites que te arrastra inevitablemente a enamorarte, de nuevo o por primera vez.

Pues no.

No me entendáis mal, Paris es una ciudad estupenda para enamorarse. Pero las puestas de sol, los largos paseos y todas esas jerigonzas no tienen que ver. Uno se enamora en París por tres motivos:

  1. Las escaleras del metro: París tiene que ser a la fuerza la ciudad del mundo en la que hay más escaleras en el metro. De largo. En cada parada. Con alguna escalera mecánica para dar a entender al usuario que sí, saben que el invento existe, pero que ni media intención de ponerlas. Que os jodéis. Por tanto, los habitantes de Paris tienen un nivel de cardio superior y unos culos preciosos, mejores que en el resto de Europa. De ahí al amor hay un paso.
  2. El idioma: Siempre he tenido la teoría (1) de que cada idioma tiene una especialización: El inglés es ideal para el sarcasmo, poner los adjetivos que quieras siempre antes del nombre ayuda a que la palabra final sea la última de cualquier chiste. No hay idioma sobre la tierra tan bueno como el español para maldecir, insultar y desahogarse. Y el francés es el idioma del romance, descarao. Hasta "llevo un gato deshollado en esta bolsa" suena arrebatador en francés. Si no me creéis, probad. Engancha.
  3. Chocolate ninja; No importa por qué calle de París estés paseando, ya sea una gran avenida o una calleja estrecha de la parte medieval. En cualquier momento, en cualquier lugar, puedes verte asaltado por un delicioso olor a chocolate. De gofres, de crepes, de fondues... El chocolate ninja puede atacarte cuando menos te lo esperas. Ese agradable olor que, aparte de entonar cánticos de deglución, está cargado de recuerdos, de nostalgia, de sentimientos de confort y ternura. Si te encuentro mientras huele a chocolate de la abuela, automáticamente te amo. Esto es así.
Así que no dejéis de visitar la ciudad de las luces, pero recordad que aunque hay mucho que visitar, nada enamora tanto como pasear con tu pareja cerca de una crepería.


(1) Tengo muchísimas teorías. De hecho, hasta tengo una teoría sobre porque tengo tantas...

lunes, 14 de marzo de 2016

Yo soy Tauro, ¿y tú?

Hace unas semanas, escuché una frase que hacía bastante tiempo que no oía: "claro, (mi relación) no podía funcionar: él era géminis."



Vaya por delante que no creo en el horóscopo, la astrología, ni me parece que la posición relativa de las estrellas el día que me dio por salir del vientre de mi madre tengan nada que ver con mi personalidad ni rasgos. Pobres estrellas, culparlas a ellas de semejante desguisado.

Pero, solo por argumentar, supongamos que todo esto sea cierto.

La primera pregunta es cuanto menos evidente: ¿Por qué coño ibas a salir con él? Es decir, si el hecho de que marte estuviera en casa de plutón tomando el té (¿Sigue siendo Plutón relevante en la astrología o la humillación de Neil Degrasse Tyson no tiene fin?) a la hora de salir de un coño implica irremediablemente que tú y yo las vamos a pasar putas ¿Qué estás haciendo? ¡Si es un drama anunciado, alma de cantaro! Las citas de estudiosos de la astrología tendrían que ser más rápidas que las speed dates.

"Oye, ¿tú de qué signo eres?"
"Aries, ¿y tú?"
"Capricornio"
"¿Tierra o agua?"
"Agua."
"Pues hoy no hay bingo, carretera."

Y también... ¿Por qué nunca funciona la revés? A lo mejor soy yo, pero este tipo de comentarios nunca son de aceptación, solo de rechazo. De rechazo cómodo, además. Después de todo, siempre suena mejor "Rompimos porque era piscis" a "Rompimos porque insistía en controlarle las llamadas, escupía a su abuela cuando venía a tomar el café y le implanté un chip gps mientras dormía." (1)

¿No sería bonito que tal grado de determinación de la compatibilidad y el destino fuese real? ¿No sería todo mucho más rápido?

"Yo soy Leo"
"Uy, pues yo soy Escorpio. Mira que no había venido yo al super con ganas de enamorarme perdidamente, pero... Espera, ¿de qué ascendencia?"
"Ascendente a Virgo."
"Vaya... pues nada, vamos al starbucks a ponerle nombre a nuestros hijos, que está todo el pescao vendido."

O a lo mejor, puede, quien sabe, que lo que pasa es que salieses con un gilipollas. Que todo puede ser.




(1) No mucho mejor, pero... ya sabes... mejor.

lunes, 7 de marzo de 2016

Coletillas: análisis y deconstrucción

El viaje más importante que uno puede hacer es al centro de uno mismo. Conocerse es necesario, no vaya a ser que al final le ponga uno toda la ilusión y resulta que se cae mal. El problema es que el ser humano tiende a verse de forma... optimista (1).

Sin embargo, lo que sí podemos es mirar los pequeños detalles de nuestra vida y ver qué podemos extrapolar de ellos. Yo, por ejemplo, tiendo a usar bastantes expresiones de manera regular. Coletillas de toda la vida, vamos. Veamos algunas de ellas.

Anywaaaaaaaaay...: Así, estirando bien el sonido "e" no vaya a ser que quede poco pedante. Esta expresión es una referencia al primer episodio de friends. Normalmente lo uso para cambiar el tema de conversación (o hacer un intento fingido de hacerlo) después de que alguien haya dicho algo extraño o incómodo para los demás.

Me pasa tan a menudo que he tenido que crearme recursos.

¿Qué somos? ¿Animales?: Esta expresión es de mis favoritas, últimamente. Suelo usarla cuando un pequeño detalle está por debajo de mis expectativas. Por ejemplo: "¿Como que no tienes cargador de micro USB en el coche? ¿Qué somos? ¿Animales?"

En fin...: Inicio de despedida, sobre todo para alguien que le gusta dar demasiadas explicaciones. "En fin, voy a casa a hacer la cena y ver una serie. Nos vemos." Por algún extraño motivo, nunca he podido irme sin explicar porque.

Tenía todos los años menos 3: Expresión para exaltar la ancianidad de alguien o algo. Sobre todo de alguien.

Porque ¿Por qué no?: Acentúa cuando algo es sorprendente o increíble. Normalmente se aplica a tramas de películas, construcciones espectaculares sin sentido o anécdotas legendarias de la vida nocturna.

Si eres tan amable: Siempre que pido que me acerquen algo, me den agua o similares, uso "si eres tan amable." Porque 1) "Por favor" está muy visto y 2) si no lo haces implica que eres un borde de mierda. ;-)

¿Qué es esto? ¿(fecha)?: Otra variante de "¿Qué somos? ¿Animales?" pero especializada para temas tecnológicos. Solo hay dos normas:

  • La fecha mencionada no puede ser inferior a 2001
  • El tema a tratar tiene que carecer totalmente de importancia.
Por ejemplo: ¿Tienes una cuenta de correo de hotmail? ¿Qué es esto? ¿2004?

Me subestimas porque soy guapo, pero es que además soy listo: Este es el tipo de cosas que digo que hace que la gente quiera darme un puñetazo en la cara.

Ajá, ajá, ajá a lo que sea que me estás contando: Directo de Futurama a mi bandolera de frases cotidianas. Es una manera estupenda de terminar un tema y cambiarlo por otro. Importante control del tono para no ofender demasiado al receptor (Opcional).

¿Por qué tanto odio?: Cuando la vida nos decepciona, es hora de cuestionarse porque las relaciones entre seres humanos son imperfectas. Una versión un poco menos llorica que el "¿Por qué no podemos llevarnos bien?" de Rodney King.



(1) Por no decir directamente que mentirse a uno mismo es deporte universal. Menos yo. Yo soy más listo. Y más guapo.